Una de las películas de terror que más me ha fascinado, con una historia que poco a poco te engancha y que al final te deja impresionado.
Helen (Virginia Madsen) oye hablar de lo que parece una leyenda urbana; Candyman (Tony Todd). Decide investigar junto a una amiga suya, con mucho escepticismo, y sin darle importancia ó sólo la justa a lo que oye y vé. Tras varias peripecias, aquello que busca resulta que sí existe, o al menos Helen comprueba que varias personas a su alrededor, incluída su amiga, van pereciendo poco a poco a manos de ese asesino de leyenda. El problema para ella, además, es que, cada vez que Candyman actúa, éste desaparece de la escena de sus crímenes, dejándola a ella sóla, y justo cuando entra alguien, ella queda como la principal sospechosa, cuando no directamente la culpable. En resumen; Candyman consigue que Helen se vuelva completamente loca, pues nadie le ha visto, salvo ella y aquellos a quienes mató delante suya.
Es una historia de por sí interesante, pero si sabemos además, que bajo el nombre de Candyman, se esconde un pintor negro que en tiempos de esclavitud cometió el error de enamorarse de la hija de un señorito que le había encargado pintar un cuadro de la misma, y al que torturaron por ello hasta matarlo, y que esa mujer de la que se enamoró era igual a Helen, (sólo que como un siglo atrás) ... con todo eso además, tenemos una historia en el
fondo romántica a la vez que retorcida.
Destacaría la interpretación de prácticamente todo el reparto, pues nadie lo hace mal ni muchísimo menos, pero sobre todo a los dos principales protagonistas y el magnetismo que hay entre ellos; Virginia Madsen y Tony Todd, es decir, Helen y Candyman. Y destaco también la EXCELENTE fotografía y la ESPECTACULAR banda sonora, ésta a cargo de Philipp Glass, para mí la mejor posible para una película de éste género, verdaderamente una MARAVILLA.
Hay muchas curiosidades del rodaje, como por ejemplo, el que Tony Todd fué movido cuando giraba sobre la cama de Helen, en el psiquiátrico, con una plataforma de unos quinientos kilos, para crear el efecto de verle salir de debajo de la citada cama, ponerse sobre Helen, y volver a meterse de nuevo bajo la cama. También Tony Todd tuvo que aguantar con un protector especial, como salían abejas de su boca, adormecidas pero con muy mala leche. Todo era real, no por ordenador como se hace y abusa últimamente.
Para los detractores de ésta película, está el argumento fácil de cómo aparece Candyman, aquello de citar su nombre delante de un espejo cinco veces, lo cual se vé como algo casi "de chiste", o que haya no poca "casquería". No digo ni que sí ni que no, pero sí que es una pena que se queden con eso como algo superfluo, y dejen de lado una historia fenomenalmente contada, interpretada y ambientada, en general.
Mi nota para ésta película es un 10, y si la ven en versión original, ATENCIÓN a la voz de Tony Todd, sobre todo en la secuencia de su presentación, en el parking.
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