La historia habla de la incomunicación, de la soledad, pero también de la amistad, sobre todo la que surge de la necesidad. Un ciudadano chino busca a su tío en Argentina. Allí dá con Roberto, (encarnado con la naturalidad habitual de Ricardo Darín), un tipo solitario, metódico, y algo seco, parco en palabras, pero con un corazón enorme, ayudándole desde un principio. El chino no habla ni una palabra de español, y él, tampoco habla nada de chino, pero acaban entendiéndose por gestos y también por esa necesidad de la que hablaba antes, pues el chino quiere encontrar a su tío y Roberto, habituado a vivir sólo, quiere seguir así, sólo. Por medio de todo eso, una historia de amor bella, con una mujer que quiere a Roberto, y que a la hora de entenderse o hacerse entender con él, parece casi como el chino, aún hablando el mismo idioma.
Pero sobre todo la película habla, a mi parecer, de como muchas veces las cosas ocurren por algo, y que lo que en un momento es una tragedia, en otro puede dar lugar a algo bello y digno de ser vivido. El título no puede ser más apropiado. Me gustó mucho, pues me hizo reir y emocionarme. Mi nota es un 8. Y a partir de ésta calificación considero que una película es muy buena película.
que pelicula hermosa. ayer la vi con mi mujer.. me hizo reir, pensar, llorar, excelente. y el final bien al estilo argentino.. como deben ser los finales para mi es un 10 o un 9 menos de eso no. la actuación de darin es impresionante, dios mio que pedazo de actor.. el chino estuvo muy bien. aunque contaba con la ventaja de no saber nada de español ese actor... o sea mejor elegido imposible. sigan asi aguante el cine argentino.
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