Para mí ésta película es completa como pocas, una de mis favoritas de entre las miles que he visto. Siempre mantendré que las películas de Bud Spencer, (de nombre real Carlo Pedersoli), han conseguido en mi caso lo que muy pocas; hacerme pasar buenos ratos en momentos no tan buenos, y eso siempre es de agradecer. A mí éste hombretón me ha caído siempre fenomenal, y después de conocerle personalmente en un festival de cine que le homenajeó en 2004, (Peñíscola), aún le admiro más. Es grandote y afable como en la gran mayoría de sus películas.
Con "EL SUPER POLI" ,(título tópico y poco afortunado para el que creo es el mejor film en solitario de Bud Spencer), comenzó una saga, la del comisario Rizzo, alias Flatfoot, policía de Nápoles, el cual no usaba pistola, y sí los puños. Hasta ahí podría quedar la cosa como la típica película que hizo popular a éste actor italiano y a su habitual partener, Terence Hill, (en realidad Mario Girotti), es decir, peleas en plan cómico para pasar un rato divertido. Pero la cosa se pone interesante, cuando vemos que el personaje que encarna en ésta película es un policía serio e inteligente, que se muestra implacable con chulos que maltratan a las prostitutas que trabajan para ellos, ó traficantes de droga, los cuales comienzan a repartirla gratuitamente entre chavales de instituto "para crear el hábito", consiguiendo que éstos roben luego a sus propios padres para poder pagarla en adelante. De otro lado, es condescendiente con raterillos de poca monta y mucha necesidad, con detalles como aquel en que avisa a una viejecita que vende tabaco de contrabando de la llegada de un coche de la policia, la misma para la que él trabaja, ó un ladrón de familia numerosa, que come en la pensión donde vive el propio comisario. Incluso paga por algunos chivatazos a un enano chepudo, que será determinante en la parte final de la historia.
Hay momentos memorables, como el preciso instante en que el comisario entra en un cuarto de la pensión en donde se hospeda desde hace años y descubre cómo Salvatore, el hijo de la dueña de la pensión y casi como un hijo para él, está robando dinero para conseguir más droga. O cuando el comisario dá un severo correctivo a un chulo de tomo y lomo, Ferdinando "Il varone", con violencia sí, pero es que ese "valiente" ordenó antes a cuatro de sus sicarios que rajasen la cara a una de las prostitutas que trabajaban para él, por no darle el dinero que las exigía (es de esos momentos que plantea el dilema "es violento pero un tipo así, cobarde y arrogante, lo merece"). Por último, me llegó al alma todo lo relacionado con Genarino, el citado raterillo de poca monta que come en la pensión del comisario, y con el jorobado, Beppino ,especialmente la parte final.
En las secuelas posteriores a "El super poli", ("Pies grandes", "¡Puños fuera!" y "Zapatones"), el comisario saldrá de Nápoles y viajará a lugares más bien exóticos, como Hong Kong, Bangcock, Johannesburgo y El Cairo, con ayuda de su inseparable brigada Caputo, e incluso en las dos últimas citadas, con el niño zulú, Bodo. Pero eso ya son otras historias, y aunque son entretenidas y más cómicas, me quedo con ésta primera, sin duda.
Mi nota personal es un 10. Vale la pena y sorprenderá a muchos.
Con "EL SUPER POLI" ,(título tópico y poco afortunado para el que creo es el mejor film en solitario de Bud Spencer), comenzó una saga, la del comisario Rizzo, alias Flatfoot, policía de Nápoles, el cual no usaba pistola, y sí los puños. Hasta ahí podría quedar la cosa como la típica película que hizo popular a éste actor italiano y a su habitual partener, Terence Hill, (en realidad Mario Girotti), es decir, peleas en plan cómico para pasar un rato divertido. Pero la cosa se pone interesante, cuando vemos que el personaje que encarna en ésta película es un policía serio e inteligente, que se muestra implacable con chulos que maltratan a las prostitutas que trabajan para ellos, ó traficantes de droga, los cuales comienzan a repartirla gratuitamente entre chavales de instituto "para crear el hábito", consiguiendo que éstos roben luego a sus propios padres para poder pagarla en adelante. De otro lado, es condescendiente con raterillos de poca monta y mucha necesidad, con detalles como aquel en que avisa a una viejecita que vende tabaco de contrabando de la llegada de un coche de la policia, la misma para la que él trabaja, ó un ladrón de familia numerosa, que come en la pensión donde vive el propio comisario. Incluso paga por algunos chivatazos a un enano chepudo, que será determinante en la parte final de la historia.
Hay momentos memorables, como el preciso instante en que el comisario entra en un cuarto de la pensión en donde se hospeda desde hace años y descubre cómo Salvatore, el hijo de la dueña de la pensión y casi como un hijo para él, está robando dinero para conseguir más droga. O cuando el comisario dá un severo correctivo a un chulo de tomo y lomo, Ferdinando "Il varone", con violencia sí, pero es que ese "valiente" ordenó antes a cuatro de sus sicarios que rajasen la cara a una de las prostitutas que trabajaban para él, por no darle el dinero que las exigía (es de esos momentos que plantea el dilema "es violento pero un tipo así, cobarde y arrogante, lo merece"). Por último, me llegó al alma todo lo relacionado con Genarino, el citado raterillo de poca monta que come en la pensión del comisario, y con el jorobado, Beppino ,especialmente la parte final.
En las secuelas posteriores a "El super poli", ("Pies grandes", "¡Puños fuera!" y "Zapatones"), el comisario saldrá de Nápoles y viajará a lugares más bien exóticos, como Hong Kong, Bangcock, Johannesburgo y El Cairo, con ayuda de su inseparable brigada Caputo, e incluso en las dos últimas citadas, con el niño zulú, Bodo. Pero eso ya son otras historias, y aunque son entretenidas y más cómicas, me quedo con ésta primera, sin duda.
Mi nota personal es un 10. Vale la pena y sorprenderá a muchos.
Bud Spencer, el entrañanable y carismático actor italiano que quiso dar un pequeño giro a su carrera, "yo quiero un papel de comisario y a la vez seguir con mi humor"...Grande entre los grandes, al igual que Don Daniel Andrés que es amigo de sus amigos y buena persona "por encima de todo" (BP..PEDT)
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Pepe, por dejarnos en tan buen lugar tanto a nuestro querido Bud Spencer como a mí. Tú sabes de películas tanto ó más que yo, y sobre todo has tenido el inmenso privilegio de ver casi todo donde hay que verlo: en el cine. Tengo envidia sana de eso. Es un honor para mí que hagas tus comentarios en mi blog. Tú sí que eres un gran amigo. ¡UN ABRAZO PEPE!
ResponderEliminarAcabo de ver la peli y a continuación leer este post con el que estoy muy de acuerdo. Mientras la veía y disfrutaba, pensaba en lo equivocaos que están todos esos que dicen que Bud y Terence no pueden hacer pelis por separao.
ResponderEliminarUn saludo.